15 Nov Cómo ponerte las lentes de contacto por primera vez
Existe cierto miedo a la hora de tocarse los ojos y hay muchas personas a quienes les da respeto introducir un elemento extraño en el globo ocular por miedo a hacerse daño. La verdad, pero, es que la mayoría se dan cuenta que ponerse las lentes de contacto por primera vez es muy fácil y que, además, es cómodo llevarlas y da muchas ventajas que se suman a la mejora de la calidad de la visión. Si eres de las personas que quieren pasarse a esta comodidad, pero tienes miedo de no saber cómo ponerte lentes de contacto por primera vez o que te molesten y hagan daño, a continuación te explicamos y te damos algunos consejos para hacerlo de una manera segura y adecuada.
Consejos para ponerte las lentes de contacto de la forma adecuada
Elimina el miedo de ponerte lentes de contacto
Lo primero que tienes que hacer antes de ponerte las lentes de contacto es mentalizarte. Es decir, sácate de la cabeza la falsa creencia de que los ojos son «intocables». Es importante que elimines los miedos de hacerte daño en los ojos y que pienses que muchísimas personas llevan y confían las lentes de contacto como método para corregir la visión de forma práctica, esto es un punto clave para ponerte lentes de contacto por primera vez.
Lávate las manos
Ante todo es importante que te laves y enjugues bien tus manos para eliminar cualquier bacteria o resto de suciedad que puedas tener a la piel. Piensa que cogerás la lente de contacto con la yema del dedo y, por lo tanto, si hay alguna partícula de suciedad, esta acabará en el interior de los ojos, produciendo picor y molestias.
Desmaquilla los ojos
Del mismo modo que tenemos que extremar la higiene de las manos, es importante que los ojos estén limpios. Así que elimina los restos de maquillaje que puedas tener para evitar que la pintura se ponga en el interior del ojo y produzca una molesta reacción o irritación.
Recuerda… si te maquillas diariamente, lo mejor es que primero te pongas las lentes de contacto y que después procedas a tu rutina de maquillaje. ¡Nunca al revés!
Coloca las lentes de contacto siguiendo siempre el mismo orden
La mayoría de personas tienen diferente graduación en cada ojo. Por lo tanto, te recomendamos que siempre empieces colocándote la lente de contacto derecha, por ejemplo, y así establecerás una rutina diaria y evitarás intercambiarlas.
De todos modos, si algún día dudas en qué ojo tienes que poner cada lente de contacto, fíjate en la cajita donde se guardan, verás las letras «L» y «R», que significan: «Left» (izquierda) y «Right» (derecha»). Estos indicadores te dicen qué lente de contacto tienes guardada en cada espacio del estuche.
En este sentido, cuando te las saques será importante que coloques cada una en su lugar correspondiente para evitar mezclarlas.
Enjuaga las lentes de contacto con líquido nuevo
Cuando guardes las lentes de contacto de nuevo, es importante que lo hagas con líquido nuevo para eliminar suciedad o microorganismos que se hayan quedado adheridos. Cuando te las pongas el día siguiente, pasa un poco de líquido nuevo para acabarlas de limpiar antes de ponértelas. CUIDADO: el agua no es válida para esta finalidad, solo las puedes limpiar con el líquido especial.
Comprueba que no están a la inversa
Otro aspecto que tendrás que tener en cuenta antes de ponerte las lentes de contacto en el ojo es que estén del derecho, es decir, que no estén giradas. ¿Por qué? Porque si té las pones al revés seguramente te molestarán y pueden llegar a irritar el ojo.
Por lo tanto, fíjate que el contorno esté redondeado. Si ves que los extremos de las lentes están hacia fuera, en forma de pico, es porque están a la inversa. Gíralas y verás la diferencia.
Abre el párpado
Con la lente de contacto en la yema del dedo, acércala al ojo, abriendo el párpado y sujetándolo para que no se cierre. Lo mejor es que aguantes el párpado superior e inferior para que el ojo esté completamente abierto y puedas meter la lente de contacto sin ningún problema.
Coloca la lente de contacto
Con el ojo muy abierto, simplemente, acercaremos tranquilamente la yema del dedo y notarás que, al entrar en contacto con el agua del ojo, se enganchará. Mantén la mirada fijada hacia delante para que se adhiera correctamente y no caiga. La lente de contacto tiene que quedar siempre en la zona colorida del ojo, nunca a la parte blanca.
Una vez dentro, puedes cerrar el ojo y parpadear tres o cuatro veces para adaptar bien la lente de contacto y que quede fija en su lugar.
¡Esperamos haberte ayudado!