29 Nov Cómo afecta el frío a tus ojos
¿Sabes que el frío puede dañar la salud de tus ojos? El cambio de temperatura que padecemos en invierno, los climas fríos y el contraste entre el frío de la calle y la calidez del hogar pueden ocasionar daños a nuestros globos oculares y presentar condiciones como sequedad, picor, ardor, etcétera.
El motivo por el que esto tiene lugar es debido a que la membrana mucosa que cubre nuestros ojos se reseca al llegar el frío y, por tanto, nosotros podemos llegar a experimentar lo que se conoce como «el síndrome del ojo seco». ¿Y esto que puede provocar? Pues que las glándulas lacrimales reduzcan la producción de las lágrimas y la humedad ocular, algo que contribuye a mantener el globo correctamente hidratado y lubricado.
Con esta situación se pueden empezar a producir pequeñas lesiones en el ojo que pueden afectar a la calidad de nuestra visión.
El frío y la sequedad de los ojos
El síndrome del ojo seco es una afección muy común que padecemos con la llegada del invierno o con los cambios bruscos de temperatura. Sin embargo, esta situación puede evitarse si se toman algunas medidas básicas para proteger nuestra salud y evitar exponernos demasiado a las bajas temperaturas. No solo el frío puede causar esta dolencia sino también cambiar del calor al frío de forma repentina o estar mucho rato en un lugar con la calefacción muy alta, todo esto también puede dañar nuestro ojo y producirnos esta molesta situación.
En invierno, la exposición a los rayos solares es más peligrosa que en otros momentos del año porque el Sol se encuentra en un ángulo diferente y está más bajo, por eso, es sumamente importante que nos protejamos con unas buenas gafas de sol que sean de calidad para que nuestra salud visual esté salvaguardada de cualquier agresión procedente de los rayos UVA.
Sobre todo, si haces deportes de invierno como, por ejemplo, esquí, snow, etc., es esencial equiparte con unas buenas gafas de esquí para que tus ojos estén protegidos de estos rayos. El motivo está en que la nieve refleja más del 80% de la luz del sol y, por tanto, su agresión es mucho mayor que cuando estamos en otros entornos como la playa o el campo. Si no vamos correctamente equipados cuando practicamos deportes de nieve podemos provocar que la córnea se irrite y aparezcan afecciones como conjuntivitis o, peor aún, úlceras.
Cómo proteger los ojos en invierno
Para poder evitar cualquiera de estas situaciones resulta imprescindible que tengas en cuenta unas precauciones sencillas que conseguirán protegerte al máximo. El mejor tratamiento preventivo para evitar dañar tus ojos cuando vas a esquiar es muy sencillo: equiparte con unas gafas de esquí que sean de calidad y que tengan unos buenos cristales para esquivar los rayos ultravioletas.
En Óptica Pasteur contamos con un amplio catálogo de gafas para la nieve entre las que encontrarás los modelos más deportivos, ideales para los fanáticos del ejercicio, pero también hallarás otros modelos pensados para las familias que, simplemente, van a disfrutar de un día a la nieve jugando con los niños, bajando en trineo, etcétera.
Independientemente de si vas a hacer deporte o no, lo cierto es que resulta esencial contar con unas buenas lentes que te protejan de los rayos reflejados en la nieve. Así pues, tanto si eres esquiador/a como si únicamente te gusta pasear por la nieve, entre tu equipación no pueden faltar unas buenas gafas de sol o de esquí pensadas para proteger tu visión. Es el mejor método que existe para proteger tus ojos cuando vas a la nieve.
En el caso de que padezcas sequedad ocular, también recomendamos que en invierno no falten tus gafas de sol que te ayudarán a rebajar la incidencia de los rayos UVA pero, también, evitarán que el viento exterior o el frío penetre profundamente en tu ojo y, por tanto, reducirás la posibilidad de que lo resequen. Además de esto, también se aconseja:
- Parpadear de forma frecuente para promover la producción natural de lágrimas e impedir que los ojos estén secos
- Usar lágrimas artificiales para humedecer los ojos cuando los sientas secos, te piquen o los tengas rojos
- Evita frotar el ojo porque, si están secos, cualquier partícula puede herir el globo ocular
- Incorpora alimentos ricos en Omega 3 porque es un tipo de nutriente que no producimos de forma natural y nos aporta grasas saludables perfectas para humedecer e hidratar tu interior
Como ves, tanto en verano como en invierno las gafas de sol resultan de vital importancia para reducir los rayos UVA pero, también, para protegernos del aire y de las ráfagas de frío que pueden resecar y dañar nuestros ojos.